Tips para pareja Cuckold primeriza, pon ATENCIÓN!!!
Las relaciones en las que son pareja Cuckold primeriza puede que no encaje del todo la manera en la que pueden llegar a sacarle todo el jugo a esta relación.
Ser una pareja Cuckold puede llegar a representar muchas veces un desafío en cuanto a que es un estilo de vida en la que no todos podrían llegar a soportar lo que implica.
Aunque muchos hombres fantasean con la idea de tener una Hotwife en casa no todos son capaces de lograrlo, a veces porque la mujer no quiere y jamás acepta o porque ellos mismos no soportan la situación ya que tendrá que soportar el hecho de ver a su pareja con otras parejas sexuales y si en vez de disfrutarlo lo sufre, ya no funcionó.
Antes de seguir leyendo puede que te interese también “Cuckold, una decisión que se disfruta en pareja”
Entonces para ti que eres una pareja Cuckold primeriza te traemos algunos tips que no puedes pasar por alto.
1.- Tener confianza entre ambos
La confianza es algo que se debe tener en cualquier relación de pareja, pero si hablamos de las relaciones Cuckold la confianza debe ser un punto principal ya que ella estará con muchos hombres, esa es la meta de este tipo de relación.
El hombre debe confiar en que su mujer estará solo con las personas que el apruebe y que no es un boleto para estar con alguien de modo sentimental.
Por eso la confianza que tengan el uno en el otro es importantísimo para este tipo de relación. Porque no debemos olvidar que los sentimientos nunca se verán afectados por este hecho sexual.
2.- No olvidar que es una fantasía
Antes que nada, esto es una fantasía y tal como una fantasía debe tomarse, no es un boleto para adulterio, si no un cumplimiento de la fantasía que ha rondado tu cabeza por largo tiempo.
El tener una mujer tan apetecible y sensual, pero sobre todo sexual es algo que algunos toman como un boleto para verse muy motivados a compartirla con otros hombres y eso se resume a una palabra, fantasía.
3.- Hacerle entender que no es un boleto para que usted caiga en adulterio
Hay algo muy importante y que frena el inicio de este tipo de relaciones y es que la mujer por lo general siente que este es un boleto libre para que el hombre este por ahí con muchas mujeres.
Es ahí donde usted debe ser honesto e inteligente para poder hacerle entender a ella que no es un permiso, es simplemente una fantasía en donde usted quiere verla a ella con otros hombres, ya que usted disfruta de ello y que es algo que pueden compartir.
Permite que la magia envuelva su relación y los atrape en la fantasía del Cuckold en donde ella será beneficiada con mucho sexo y usted con el placer de verla con otros.
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Staff PasionLiberal.com
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Hola somos una pareja cuckold de El Salvador, lo hemos conversado juntos y hemos llegado a definirnos en esta fantasia y como estiilo de vida. Sin embargo aun no hemos estado con un single. Nos gustaria recibir comentarios y sujerencias acerca de como elegir y comenzar en este ambiente ya que nos definimos plenamente como una pareja Cuckold hotwifing
Mi pareja y yo estamos viviendo una etapa sexual super excitante .todo a raiz de permitirle a ella tener sexo con su amigo .el saberme cornudo y que ella me cuente lo que hace con su amante me prende y me anima a seguir adelante con este estilo de vida…animense quienes solo lo estan pensando..saludos
Tuve oportunidad de leer vuestras crónicas en Vida Swinguer. Vuestra página es muy interesante, por lo que conozco creo que es donde mejor se trata la temática cuckolding, por eso tomé la iniciativa de escribirle para compartirle mi experiencia que en alguna medida difiere de vuestras definiciones.
A diferencia de lo que ustedes muestran en su página, en mi caso ver no era importante. Tanto mi esposa como yo consideramos que es un derecho de la pareja hacer el amor en la intimidad. Yo lo que deseaba con intensidad era que otro hombre disfrutase de la mujer que se suponía que estaba reservada exclusivamente para mi, que viera lo que se suponía que solo yo podía ver, que tocara lo que solo yo podía tocar e hiciese lo que solo yo podía hacer. Solo una vez estuve presente, al comienzo de una relación que no prosperó justamente porque yo pedí para estar con ellos y me gustó tanto que no les dejé espacio para desarrollar su relación.
Este hombre, Fernando era nueve años menor que yo y era muy bueno en la cama, yo les pedí para hacer un trio, pero en realidad lo que quería era ser humillado por él. Le hizo absolutamente de todo y no sentí nada de humillación, por el contrario, compartí con ellos la enorme alegría y placer que sentían al amarse y entregarse mutuamente. Fue algo absolutamente hermoso que nos colmó de felicidad a los tres. Pero fue como probar una droga irresistible y me equivoqué gravemente. Marcela decidió salirse del juego.
A partir de ese momento mi mujer empezó a ponerme los cuernos con otro varón con el que sí prosperó la relación, justamente porque ella me la mantuvo oculta y solo me enteré varios meses después cuando los hechos se precipitaron.
En un determinado momento ella, sin ninguna causa concreta me abandona y se va a vivir sola. No parece haber un hombre en el medio, simplemente dice “se me terminó el amor”. Dos meses y medio después me llama para decirme que se va a hacer un aborto. Lamentablemente yo no estaba ubicable y la llamada llegó sobre la hora y la cortó precipitadamente. Yo salgo a buscarla y después de muchas horas de angustia la encuentro cuando ya se había hecho el aborto. No abordé en ese momento la cuestión de la paternidad porque mi prioridad fue contenerla emocionalmente. Extremando las posibilidades no podía descartar que fuese mío.
Meses después ella genera un acercamiento que termina en la recomposición del matrimonio. En el proceso de reconciliación ella me cuenta que antes de separarnos durante meses, casi un año tuvo una relación con un hombre casado, Eduardo, relación que se inició de forma consentida por mi cuando su infidelidad era un acuerdo de pareja, pero que luego continuó en forma clandestina.
Lejos de enojarme me encantó lo que hizo. Si yo hubiese tenido madurez como para dejarla mantener una relación adúltera en paz, ella me hubiese tenido al tanto regularmente y yo habría disfrutado de su relato de cada uno de los 30 o 40 encuentros que tuvo con este hombre, pero como yo no había aprendido todavía a ser sumiso me engañó y estuvo perfecta en hacerlo. Me resultó fascinante que durante casi un año me haya estado mintiendo para acostarse con Eduardo, de quien por supuesto estaba enamorada. Ella me dejó para irse con él, pero él se arrepintió por razones familiares. Por eso abortó el hijo que estaba gestando, que era de él.
Mi caso es distinto al que ustedes exponen: yo asumo plenamente mi condición de cornudo como identidad sexual. Pero me gusta que realmente me pongan los cuernos. No veo como cornudo al hombre que organiza a su gusto la vida sexual de su mujer y se apoya en otro hombre que él elije y que va a hacer exactamente lo que él quiere que haga cuando y donde él lo quiera y hasta cuando él lo consienta.
Mi corneador es alguien que ha seducido a mi mujer independientemente de mi voluntad. Yo puedo consentir u oponerme, eso a él no le hace diferencia. Respecto de mi esposa, es verdad que al saber de mi condición está más abierta a aceptar una relación extra matrimonial. Sabe que no va a tener reproche. Pero se entrega porque ha sido seducida por un hombre que le gusta más que yo en alguno o todos los aspectos. Si una mujer no ama o no está dispuesta a amar a un hombre no puede tener una relación sexual de calidad con él. El sexo no es un deporte físico, es expresión de afectividad, de aceptación del otro, de placer compartido. Si piensas que no vas a sentirte bien con la idea de que tu mujer ame a otro hombre y que este la ame a ella, quédate tranquilo: a pesar de que quieras verla teniendo sexo con otro hombre no eres cornudo, solo tienes una visión de la sexualidad más amplia que el promedio.
Yo no nunca esperé tener control de la situación, al contrario. Yo no elegí ni a Fernando ni a Eduardo (a este nunca lo vi), no decidía cuando ni donde se verían ni con qué frecuencia. Ni si harían esto o aquello, Incluso algunas veces me enteraba después que las cosas habían ocurrido. Ahí si Marcela me relataba con detalle lo que habían hecho mientras yo me masturbaba.
Yo no espero que mi corneador haga lo que yo quiero. Quiero que haga lo que él quiere hacer con mi esposa sin preocuparse de si a mí me va a gustar o no. No espero que me respete, no debería ni siquiera tenerme en cuenta.
Si yo hubiese podido evitar que mi mujer abortase hubiera disfrutado ver como le crecía la panza, hubiese operado para que ella y Eduardo se reencontrasen y él pudiera disfrutar de ella durante el embarazo. Hubiese criado a ese niño o niña como propio o hubiese estado abierto a compartir la crianza del modo que él dispusiese. Y si me tocaba perder a mi esposa con él la hubiese dejado partir, tal vez no con alegría, pero sí en paz sabiendo que la va a hacer feliz
Si. Es verdad. La confianza es fundamental. Y tmb fundamental es que quede bien claro que es fantasia masculina y que implica de ninguna manera via libre para el hombre de estar con otra mujer. Es el placer de verla disfrutar de otro hombre. Ella se convierte en tu Pornostar Favorita.